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La abeja melipona (Melipona beecheii) es una especie sin aguijón que ha sido cultivada por los pueblos mayas desde hace cientos de años. Conocida como la “abeja sagrada maya”, esta pequeña polinizadora es valorada no solo por su importancia ecológica, sino también por las propiedades curativas de su miel. Tal es su relevancia que, en la época prehispánica, los mayas realizaban entre cuatro y seis ceremonias al año en su honor.
Características de la abeja melipona
A diferencia de otras especies de abejas, la melipona no posee aguijón. Sin embargo, esto no significa que carezca de mecanismos de defensa. Cuando su colonia está amenazada, estas abejas muerden a los invasores con una determinación tal que pueden morir en el proceso.
Productos de la abeja melipona
Las abejas meliponas producen una variedad de productos valiosos:
- Miel: Conocida por sus propiedades medicinales y su sabor único, más líquido y con un toque cítrico.
- Polen: Posee un valor proteínico un 50% mayor que el polen de otras abejas.
- Cera: Utilizada en diversos productos artesanales y cosméticos.
- Propóleo: Reconocido por sus beneficios antimicrobianos y medicinales.
Producción de miel
Las colmenas de melipona producen un promedio de 1.5 litros de miel al año, una cantidad significativamente menor comparada con los 30 litros que pueden generar las abejas europeas. Sin embargo, su miel es mucho más valiosa debido a sus propiedades curativas. Se utiliza para fortalecer el sistema inmunológico, tratar heridas, quemaduras y diversas enfermedades. Además, en la industria cosmética es muy apreciada para la elaboración de jabones, cremas y otros productos.
Importancia como polinizadoras
Las abejas meliponas desempeñan un papel fundamental en la polinización de numerosos cultivos, contribuyendo a mejorar los rendimientos de frutos, semillas y hortalizas como:
- Achiote
- Aguacate
- Café
- Calabaza
- Chayote
- Chile habanero
- Mango
- Pepino
- Sandía
- Tomate
Un legado en peligro
A pesar de su importancia, las abejas meliponas han sufrido una alarmante pérdida de hábitat en las últimas décadas, lo que ha reducido drásticamente su población y la producción de miel. Protegerlas no solo significa preservar una tradición milenaria, sino también garantizar la continuidad de un ecosistema equilibrado y sostenible.
Curiosidad histórica
¿Sabías que las abejas meliponas y su miel eran utilizadas como tributo tanto en la época prehispánica como después de la llegada de los españoles? Esto demuestra el enorme valor que los antiguos pueblos mayas les otorgaban, un legado que hoy en día debemos continuar protegiendo y difundiendo.