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Nekuzayoli: Pureza natural, sabor auténtico.
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Nekuzayoli: Pureza natural, sabor auténtico.

La miel, como producto natural, está regulada en México por la NOM-145-SCFI-2001 y la NOM-004-SAG/GAN-2018, que establecen los estándares de producción y especificaciones de calidad. Dentro de estos parámetros destacan dos indicadores fundamentales: el HMF (hidroximetilfurfural) y la actividad diastásica, ambos esenciales para evaluar la frescura y autenticidad de la miel.
El HMF es un compuesto que se forma de manera natural en la miel por la deshidratación de la fructosa, y su presencia está influenciada por el tiempo y la temperatura. Los factores que incrementan el HMF incluyen:
Aunque el HMF no es tóxico para el consumo humano, sí indica que la miel es vieja o ha sido sometida a calor excesivo. Según la norma, el contenido máximo permitido es de 40 mg/kg.
La diastasa es una enzima que las abejas añaden al néctar para transformar los azúcares. Este indicador de frescura es sensible al calor y se mide en la escala Schade. Según la norma, el nivel mínimo permitido es de 8º Schade, con algunas excepciones en ciertas variedades de miel.
Nota importante: Un calentamiento excesivo de la miel afecta negativamente ambos indicadores:
Además, el calor puede ocasionar la pérdida de aromas, enzimas, flavonoides y dar un tono oscuro a la miel, con notas de caramelo que perjudican su calidad.
Aunque en algunos casos es necesario calentar la miel para envasarla, este proceso debe realizarse con precaución para preservar su calidad. A continuación, se enumeran algunas recomendaciones clave:
Con estas prácticas, es posible garantizar que la miel conserve su frescura, sabor y calidad, respetando los estándares normativos y las expectativas del mercado.